EL CALMECAC Y EL TELPOCHCALLI.
CALMECAC.
El Calmécac
(del nahuatl calli 'casa', mecatl 'morador' y -c
'lugar')
Los Calmécac era la escuela para los hijos de los nobles aztecas. En esta escuela se les entrenaba para ser sacerdotes, guerreros de la élite, jueces, senadores, maestros o gobernantes, educándolos en historia, astronomia y otras ciencia, la medición del tiempo, musica y filosofia, religion, hábitos de limpieza, cuestiones de economia y gobierno, y sobre todo, disciplina y valores morales. Había maestros especiales que les
enseñaban la tradicion, y leían y aprendían de memoria las historias ilustradas
en los codices. La escuela funcionaba como un internado, donde los
jóvenes vivían, dormían y comían. Con los aspirantes a sacerdotes su educación
se enfocaba en la religión, e incluía rituales, cantos a los dioses e
interpretación de los sueños. Los aspirantes a guerreros de la élite o a
gobernantes recibían más entrenamiento militar y sobre asuntos de economía y gobierno.
CARACTERISTICAS.
Para los aztecas era muy importante que sus gobernantes fueran aptos para los cargos que desempeñaban, tuvieran la capacidad de tomar buenas decisiones y fuertes convicciones morales. En el calmecac se les enseñaba todo esto, y los alumnos sufrían diversas pruebas, sobre todo en la guerra, para demostrar su valor y su habilidad. A los que fracasaban, se les marcaba y rechazaba socialmente.
Desde pequeños se le levantaba en la madrugada para recibir baños de agua
fría. Hacían penitencia y autosacrificio, usando espinas de maguey, ayunaban frecuentemente y practicaban la abstinencia.
Además usaban ropa ligera para desarrollar el control de sus cuerpos contra el frio. Trabajaban duro durante el dia, y pasaban en vela muchas noches en rituales de purificación. Si se quedaban dormidos o
cometían una falta, se les castigaba de forma dura. Todo esto servía para
forjar un carácter fuerte y resistente, digno de un noble, y para probar a los
que no pudieran desempeñarse en su vida de adultos.
TEPOCHCALLI.
Telpochcalli (en nahualt ‘casa de los mancebos’), eran centros en los que se
educaba a los jóvenes del pueblo, a partir de los 15 años, para servir a su
comunidad y para la guerra. A diferencia de los nobles que asistían al calmecac, los vástagos de los plebeyos, conocidos genéricamente
como macehualtzin, asistían al telpochcalli. Estas escuelas para jóvenes se
encontraban en cada barrio o calpulli.
VIDA
EN EL TEPOCHCALLI.
La vida en los telpochcalli era dura. Desde la madrugada comenzaban las
extenuantes actividades. El día iniciaba con un helado baño, seguido de una
comida frugal y muy controlada. Solían memorizar los cantares con los hechos
relevantes de sus mayores y las alabanzas de sus dioses, además de aprender y
ejercitarse en el manejo de las armas como el atlat, instrumento utilizado para lanzar pequeñas lanzas, y el
macúahuitl, la espada de madera con filos de obsidiana. Los alumnos tenían
otras obligaciones, como la de reparar los templos (teocalli), acarreando los
materiales necesarios, y trabajar las tierras y heredades de forma colectiva
para su sustento. Especialmente se buscaba su resistencia al dolor mediante
prácticas de autosacrificio. Los alumnos ociosos o incorrectos eran castigados
severamente. Por ejemplo, la embriaguez se penalizaba con la muerte. Si alguno
de los alumnos sobresalía por su habilidad y valor en las guerras de conquista,
algún día podría llegar a ser ciudadano distinguido a quien se premiaba y
rendían honores. Cuando alcanzaban la edad requerida para casarse, finalizaba
su instrucción en el telpochcalli.
Los maestros eran sacerdotes. Era la institución a
la que iban destinados los hijos de la clase no privilegiada Se estudiaba en la
escuela pero se iba a dormir en casa. Se enseñaba: urbanidad, a comportarse con
corrección, el canto y la danza lo más importante era la guerra. Una escuela
donde se mandaban a niños y niñas para quienes pensaban seguir la carrera
religiosa. Se les instruía en los quehaceres cotidianos del campo participaban
en la construcción de obras públicas tales como templos y obras hidráulicas el
cultivo de las bellas artes era una actividad ineludible, pues el canto y la
danza formaban parte de las materias impartidas.TELPUCHCALLI CASA DE LOS
JOVENES.